¿Estamos en el siglo XXI? La respuesta sería positiva si pensáramos en la tecnología y los avances científicos que se han desarrollado hasta la actualidad. Pero la cosa cambia si vemos anuncios publicitarios de marcas como Dolce & Gabanna y el papel que otorgan a la mujer.
La creatividad que esta marca utiliza es simplemente mostrar a la mujer como mero objeto de atracción erótica.
Se considera que desde este aspecto, la dignidad de la mujer como persona humana, igual que el hombre, es rebajada al nivel más bajo.
Este anuncio muestra a una modelo tumbada posando como si estuviera siendo forzada por un modelo masculino que le agarra de las muñecas, mientras otros cuatro modelos les miran.
Por ello, el observatorio de la imagen del Instituto de la Mujer pidió a la firma de moda italiana Dolce & Gabanna que retirara la fotografía porque incitaba a la violencia sexista y que podía dar a entender que es admisible la utilización de la fuerza como un medio de imponerse sobre las mujeres.
Como hemos observado tratar a la mujer como objeto sexual y incitar a la violencia de género puede traer grandes consecuencias para el anunciante. ¿Pero que prefiere el anunciante? ¿Llamar la atención del público con estas consecuencias o no llamarla?