Desigualdad ¿batalla perdida?

CARMEN GRIFO

En la actualidad, en pleno siglo XXI,  podemos decir que nos encontramos ante una sociedad completamente desigual, cada vez hay más gente pobre y más ricos millonarios que acaparan el poder,  estas desigualdades se incrementan en países como Rusia, India o China.

Existen ciertos paradigmas que han intentado dar respuesta al porque de tanta desigualdad y bajo mi punto de vista el que más se acerca a esta respuesta tan compleja es el paradigma de Max Weber (Paradigma no crítico, teoría del poder).  Comparto la visión de Weber respecto a la estratificación social, en la actualidad vivimos en una  sociedad donde es inevitable  la desigualdad, la sociedad está unida por el poder y el conflicto, siempre ha sido así y es muy difícil que cambie. Es una lucha constante entre clases y grupos de interés, tanto por temas sociales, políticos como materiales. Una lucha que ha existido durante siglos y que seguirá existiendo aunque obviamente con cambios.

Me gustaría destacar el papel de los medios de comunicación en nuestra sociedad, deberíamos plantearnos si estos forman parte del problema. Aunque nos hagan pensar lo contrario, los medios de comunicación no reflejan para nada como es y cómo está la sociedad (nuestra sociedad). Están totalmente divididos por su ideología, sus objetivos no son sociales ni desinteresados (buscan beneficios económicos). Los temas que abordan los medios son siempre los mismos, yo los clasificaría en tres; deporte, política y prensa rosa.  Y aunque es cierto que esto es lo que demanda el público, no refleja la realidad. No transmiten valores positivos para el cambio, no se preocupan de temas a los cuales deberían prestar especial atención, como son las desigualdades existentes en la sociedad.

Pero a pesar de todo lo dicho, creo sin duda alguna que son un excelente punto de partida para el cambio, para mejorar. Porque queramos o no todos estamos en contacto con lo que dicen los medios, el problema está en que nos transmiten y como lo hacen. Ellos tienen el poder para transmitirnos la realidad (lo más objetivamente posible) y unos buenos valores.  Si esto fuera así creo que sería un gran paso para la mejora de la estratificación social. Pero no debemos olvidar que hay gente que es consciente de estas desigualdades y ayuda a paliarlas en la medida de lo posible, pero son una minoría y apenas se nota, necesitamos concienciarnos de la realidad, y los medios pueden contribuir en ello.